Figura 1. Órganos del
sistema digestivo
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Figura 2. Diagrama del intestino grueso.
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Intestino grueso humano
El intestino grueso es la continuación del intestino delgado, pero a
diferencia con este, es de mayor diámetro y bastante mas corto, unos
1.5 metros contra 6 a 7. Su objetivo principal es absorber el
agua presente en el producto fluido que recibe, resultante de los
desechos indigeridos, y convertirlo en las semisólidas heces fecales.
Panorama anatómico
El intestino grueso encuadra al intestino delgado por tres de sus lados
(figura 1) y se extiende desde la válvula
ileocecal, a través de la cual el intestino delgado descarga su
contenido en el intestino grueso,
hasta el ano. A lo largo de la mayor parte de su longitud
este
intestino presenta tres particularidades no existentes en otro lugar:
1.- Teniae coli: que
son tres bandas longitudinales de músculos lisos presentes a lo largo
del órgano excepto en el extremo terminal (figura 2), cuyo tono
muscular (su
estado contractivo normal) hace que la pared del intestino se frunza en
abultamientos.
2.- Haustras: así se
le
llama a los sacos o abultamientos del intestino producto del tono
muscular del teniae coli.
3.- Apéndices epiploicos:
son pequeñas bolsas muy visibles de peritoneo visceral llenas de grasa
que cuelgan de su superficie y cuya significancia no se conoce.
En general, el intestino grueso se subdivide en :
1.- Ciego: que yace
por
debajo de la válvula ileocecal y es la primera parte del intestino
grueso.
2.- Apéndice vermiforme:
que se acopla a la superficie del ciego posteromedialmente. Dentro del
apéndice existen masas de tejido linfático asociados a
la membrana que
juegan un papel importante en la inmunidad corporal. Sin embargo, su
estructura en forma de gusano (de ahí lo de vermiforme) representa un
sitio perfecto para la acumulación y proliferación de bacterias que en
ocasiones pueden conducir a la apendicitis .
3.- Colon: presenta
diferentes regiones diferenciables: primero como colon ascendente sube por el lado
derecho de la cavidad abdominal hasta el nivel del riñón derecho; allí
hace un giro en ángulo recto, llamado flexión
o ángulo hepático y viaja
transversal al abdomen como colon
transversal; directamente anterior al bazo hace un nuevo giro
abrupto llamado flexión o ángulo esplénico para descender por
la pared posterior del lado izquierdo del abdomen como colon descendente. Al entrar
inferiormente a la región de la pelvis toma una forma que recuerda una
"S" como colon sigmoides.
Las zonas transversal y sigmoides se anclan a la pared posterior del
abdomen por láminas de mesenterio
llamadas mesocolon, mientras
el resto
del colon es retroperitoneal .
4.- Recto: nace del
colon a nivel de la tercera vértebra sacra y corre de forma
posteroinferior justo frente al hueso sacro. Independientemente del
nombre, que indica rectitud, el recto tiene tres curvas o dobleces
laterales representados internamente como tres pliegues transversales
llamados válvulas rectales
(figura 3),
que separan los flatos de las heces, es decir dejan pasar los
gases
pero retienen los sólidos. En esta zona intestinal la teniae coli y las
haustras están ausentes.
5.- Canal anal: es la
última sección del intestino grueso, tiene unos 3-4 cm de longitud y se
abre al exterior del cuerpo en el ano.
Este último segmento esta ubicado completamente fuera de la cavidad
abdominopélvica y comienza cuando el colon atraviesa el piso de la
pelvis. Presenta dos esfínters superpuestos, uno involuntario, el esfínter anal interno, y otro
voluntario, el esfínter anal externo.
El primero está compuesto de musculatura lisa mientras el segundo por músculos esqueléticos,
los que funcionan cerrando el ano al modo que lo
hace un cordón en la boca de una bolsa de tela. Normalmente están
cerrados y se
relajan durante la defecación.
Estructura de las paredes
Las paredes del intestino grueso difieren en varias cuestiones con las
del intestino delgado.
Colon
Todo el colon presenta la mucosa
de tejido epitelial
simple columnar a
excepción del ano, y debido a que casi todos los nutrientes de los
alimentos han sido absorbidos antes de alcanzar el intestino grueso,
este no tiene ni pliegues circulares
ni vellocidades ni microvellocidades como el
intestino delgado. Sin embargo, su mucosa es gruesa, con abundantes y
profundas criptas intestinales
recargadas de células
caliciformes. Las células caliciformes están
encargadas de segregar un moco lubricante que facilita el paso de las
heces y protege la mucosa de las sustancias agresivas que resultan del
trabajo de las bacterias residentes en el lumen.
Recto
En esencia, la estructura general de las paredes de recto son similares
a las del colon, pero se diferencian en que dada la necesidad de
generar fuertes contracciones para la defecación, la capa muscular
externa del recto está completamente desarrollada.
Canal anal
Figura 3. Estructura del canal anal
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Como la mucosa del canal anal colinda con la piel verdadera del
exterior del cuerpo, su estructura es bastante diferente a la del resto
del colon e incluye tejido epitelial escamoso estratificado para
resistir la gran abrasión que recibe esta región. La mucosa del canal
anal cuelga formando pliegues o crestas llamadas columnas anales (figura 3). Las
cuencas entre
las columnas, conocidas como senos
anales, exudan moco para facilitar el vaciado del canal cuando
las heces las comprimen.
En el borde inferior de los senos anales existe una linea divisoria
conocida como linea dentada
que separa dos zonas con alguna diferenciación en el epitelio y también
es la frontera de las terminales sensoras de dolor. Inferiormente a la
linea dentada existen sensores de dolor, pero superiormente no están
presentes, y por tanto es una zona relativamente insensible al dolor.
Dos plexos venosos
superficiales se asocian con el canal anal, uno en las columnas anales
y el otro en el propio ano, cuando esas venas hemorroidales se inflaman
conduce a várices que se conocen como hemorroides.
Flora bacteriana
En el intestino grueso proliferan bacterias que reciden principalmente
en el colon y que han llegado ahí como "sobrevivientes" del ataque que
recibieron en el intestino delgado por las defensinas , la lisosima , el ácido clorhídrico
estomacal y las enzimas digestoras de proteínas; o del exterior,
a través del ano y constituyen la flora
bacteriana.
Esas bacterias fermentan algunos de los carbohidratos indigeribles
liberando ácidos irritantes y gases. Ciertos gases producidos tienen un
olor verdaderamente desagradable y muy potente, como el sulfuro de
dimetilo, pero una buena parte son inodoros. Diariamente se producen
unos 500 ml de gases (flatos) pero
esta cantidad puede ser superior cuando se consumen alimentos ricos en
ciertos carbohidratos como los frijoles. Además la flora bacteriana
sintetiza vitaminas
del complejo B y la mayor parte de la vitamina K
que requiere el hígado para sintetizar algunas proteínas de la
coagulación.
Movilidad intestinal
El intestino grueso no es muy móvil, y su musculatura está inactiva la
mayor parte del tiempo. Cuando se mueve, lo hace de forma lenta y por
poco tiempo. En él se pueden diferenciar dos tipos de movimientos:
1.- Contracciones haustrales:
que son movimientos de segmentación
lentos que ocurren cada unos 30
minutos. Cuando una haustra se llena con residuos de comida, el
estiramiento de las paredes estimula sus músculos a contraerse, lo que
impulsa el contenido a la próxima haustra.
2.- Peristalsis masivas:
son ondas peristálticas
de contracción, lentas, largas y potentes que se mueven a lo
largo de grandes áreas del intestino tres o cuatro veces al día y que
obligan al contenido a desplazarse hacia el recto. La acción de comer
estimula este reflejo. La abundancia de fibras dietéticas
en la comida hace que las contracciones del colon sean de más fuerza y
también ablandan la materia fecal lo que implica un mejor trabajo del
órgano .
De los alrededor de 500 ml de residuos de alimentos que entra al ciego
diariamente, unos 150 ml se convierten en heces.
Defecación
El producto semisólido entregado al recto para su desecho como heces
contiene residuos de alimentos no digeridos, moco, células epiteliales
desprendidas, millones de bacterias y la cantidad justa de agua para
facilitar su paso suave.
Normalmente el recto está vacío, pero cuando las heces entran a él por
las persitalsis masivas estiran sus paredes y disparan el reflejo de la
defecación. Este es un acto reflejo parasimpático mediado por la médula
espinal que hace que se contraigan las paredes del colon sigmoides
y
del recto y se relaje el esfínter anal involuntario (interno). A medida
que las heces entran al canal anal, se envían mensajes que alcanzan el
cerebro permitiéndonos decidir si se abre o no el esfínter externo
(voluntario) para defecar, o retener las heces temporalmente. Si se
decide demorar la defecación el reflejo de contracción cesa en pocos
segundos y las paredes se relajan. Las nuevas peristalsis masivas
tiempo después reinician el reflejo una y otra vez hasta que uno decida
defecar o la "insistencia" lo haga inevitable.
Durante la defecación los músculos del recto se contraen para expulsar
las heces y nosotros podemos ayudar voluntariamente a través de la maniobra Valsalva
que consiste en cerrar la glotis y contraer el diafragma y las paredes
abdominales para incrementar al presión intra-abdominal. Otra ayuda que
podemos hacer es contraer un músculo que levanta el ano (elevador del ano) que hala el canal
anal superiormente dejando las heces por debajo del ano y fuera del
cuerpo.
Temas relacionados:
1.- Hemorroides.
2.- Estreñimiento.
3.- Diarrea.
4.- Gases
intestinales.
5.- Cáncer
del colon.
Otros temas de anatomía
humana aquí.
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