Anatomía del músculo liso
Menos en el corazón, cuya musculatura está constituida por
músculos cardíacos, la musculatura de todos los órganos huecos del
cuerpo es casi exclusivamente de tipo lisa.

Figura 1. Estructura del
tejido muscular liso
|
Las fibras (
células) de los
músculos lisos
tienen forma de
huso
y cada
una tiene su núcleo centralmente; y típicamente, son unas 10 veces mas
finas y miles de veces mas cortas que las fibras
musculares esqueléticas (figura 1).
Los músculos lisos no tienen las relativas gruesas capas de
tejido
conectivo que tienen los músculos del esqueleto, no obstante, se
conservan finas capas de tejido conectivo (endomisio) entre las fibras,
segregadas por el propio músculo y donde se encuentran los vasos
sanguíneos y los
nervios.
La mayor parte de las fibras musculares lisas se organizan en láminas
en las que las fibras están adodadas muy próximas. Estas láminas están
presentes en las paredes de los órganos huecos de los tractos urinario,
digestivo, respiratorio y reproductivo y generalmente aparecen dos
capas mutuamente perpendiculares una en la dirección longitudinal del
órgano y la otra rodeándolo circunferencialmente.
Cuando la capa longitudinal, es decir la que corre paralela al eje del
órgano se contrae, el órgano se acorta y engorda, por su parte, cuando
la contracción la hace la capa circunferencial lo que pasa es que se
reduce la cavidad interna del órgano (su lumen) causando que este se
alargue.
La contracción y relajación alternada de ambas capas con efectos
contrarios mezcla el contenido del lumen y lo hace avanzar dentro del
órgano. Este fenómeno se conoce como
peristalsis
y es el que ayuda a vaciar el contenido del recto, la
vejiga urinaria y
otros órganos.
En los músculos lisos no son visibles las estrías de los músculos
esqueléticos y de ahí su nombre.
Las bien estructuradas terminales nerviosas presente en los músculos
esqueléticos ahora no están presentes y en su lugar las fibras
nerviosas,
que son parte del sistema nervioso
autónomo, tienen numerosos bulbos
abultados llamados
varices
que son las encargadas de liberar los neurotransmisores dentro del
espacio
sináptico (la unión
especializada entre neuronas o entre una
neurona y una célula efectora) en el área de las fibras musculares
lisas. En la mayoría de los casos, las células de los músculos lisos se
contraen lentamente y de forma sincronizada produciendo que la lámina
muscular en su conjunto responda al unísono de forma sostenida y sin
cansancio. Ellos se contraen y relajan unas 30 veces más lento que los
músculos esqueléticos y son capaces de mantener la contracción por
períodos muy largos gastando menos del 1 % de la energía. Esta
capacidad de
trabajo prolongada y sin cansancio debido al bajo consumo de energía
tiene un efecto muy importante en el mantenimiento de la
homeostásis
del cuerpo. Los músculos lisos en las pequeñas arteriolas y en otros
órganos viscerales mantienen siempre un cierto grado de contracción día
tras día sin fatiga y esto se conoce como
tono muscular liso. Este nivel de
contracción es necesario para adaptar el lumen del órgano a las
necesidades del organismo.
Características especiales de los músculos lisos.
Ya hemos visto que los músculos lisos tienen características que los
distinguen de otros músculos, como el tono muscular, las contracciones
prolongadas y lentas, y el bajo requerimiento de energía, pero además,
también responden de manera diferente cuando se les estira; y pueden
acortarse más que otros tipos de músculos.
Respuesta al estiramiento
Los
músculos cardíacos
cuando se estiran responden con una contracción
vigorosa, lo mismo hacen los músculos esqueléticos cuando se les estira
más allá del 120% de su longitud de reposo. El estiramiento del músculo
liso también provoca su contracción pero su tensión dura poco tiempo,
pronto el músculo se adapta a su nueva longitud y se relaja
manteniendo su habilidad de contracción si esta resulta necesaria. Esta
característica hace que los órganos huecos se expandan lentamente
cuando se llenan, acomodando el espacio a un mayor volumen sin
responder expulsando el contenido. Note que esto es muy importante, por
ejemplo, a la hora de comer, ya que el estiramiento de las paredes del
estómago no implica su rápida
contracción, y por el contrario aumenta
su volumen para dar cabida a los alimentos manteniendo los movimientos
peristálticos lentos a fin de mezclar bien el contenido y hacerlo
avanzar poco a poco a lo largo del tracto digestivo (que también tiene
este tipo de músculo). Lo mismo sucede con la vejiga urinaria, si no
respondiera de la forma descrita aumentando su volumen sin perder la
capacidad de contraerse tendríamos que estar todo el día en el baño.
Cambios de longitud
Los músculos lisos se estiran más que los músculos esqueléticos y
producen más tensión que estos a estiramiento comparable. Mientras el
cambio de longitud de los músculos del esqueleto está en el orden del
60% (30% de estiramiento y 30% de contracción en relación a la posición
de reposo) sin perder apreciablemente su capacidad de funcionamiento,
los músculos lisos son capaces de contraerse desde el doble hasta la
mitad de su longitud de reposo, es decir un cambio del 150% de su
longitud. Esto permite a los órganos huecos no ponerse flácidos cuando
se vacían.
Hiperplasia
Además de la capacidad de aumentar el tamaño de la célula, ciertas
fibras de músculos lisos pueden dividirse e incrementar su número, es
decir desarrollar la
hiperplasia.
Un buen ejemplo es la respuesta del
útero
al
estrógeno.
Durante la
pubertad el nivel de estrógeno del plasma en las niñas aumenta, este se
une a los receptores de las fibras musculares uterinas las que resultan
estimuladas a producir nuevas células musculares lisas. La consecuencia
es el aumento del tamaño del útero a la dimensión de adulto.
Tipos de músculos lisos
Aunque los músculos lisos pueden ser diferentes sustancialmente entre
unos órganos y otros, de manera simplificada se pueden clasificar en
dos tipos básicos:
1.- De acción coordinada.
2.- De acción
individual.
Los músculos lisos de
acción
coordinada
son, con mucho, los mas abundantes del cuerpo y se caracterizan porque
sus fibras se contraen como una unidad y rítmicamente, mientras que en
los de
acción individual sus
fibras son independientes estructuralmente unas de otras, tienen una
abundante cantidad de terminales nerviosas cada una de las cuales forma
una
unidad motora
con una cierta cantidad de fibras. Este último tipo
de músculo liso se encuentra en los pasajes grandes de los
pulmones, en
las grandes arterias y constituyen las fibras musculares internas del
ojo que ajustan el tamaño de la pupila de acuerdo a la luz que reciben.
Otros tipos tejidos
musculares
aquí.
La descripción del sistema muscular
aquí.
Otros temas sobre anatomía
humana
aquí.
Para ir al índice general del portal
aquí.