El páncreas es una glándula
mixta
con forma de renacuajo compuesta por células exocrinas y células
endocrinas. Se extiende transversalmente en el abdomen con la "cola"
colindando con el bazo y la
"cabeza" rodeada por el duodeno. La mayor parte del
páncreas es retroperitoneal y yace profundo
a la gran curvatura del estómago.
Función exocrina
El grueso de la glándula está formado por células acinares productoras de un
fluido rico en enzimas
que se vierte al intestino
delgado a través de
un conducto durante la digestión de los alimentos (proceso exocrino).
El producto exocrino o jugo
pancreático se drena a través del conducto pancreático principal,
el que usualmente se funde con el conducto que transporta las bilis
desde el hígado y la vesícula
biliar justamente al entrar al duodeno.
Otro conducto menor, el conducto
pancreático accessorio vierte directamente en el conducto
principal.
El jugo pancreático
Sobre unos 1200 ml de jugo pancreático se segregan diariamente y está
compuesto principalmente por agua que contiene enzimas de amplio
espectro que descomponen todas las categorias alimetarias. También
tiene electrolitos
(primariamente iones bicarbonato) que lo hacen
alcalino (pH 8). Esta
alcalinidad sirve para neutralizar la elevada acidez del quimo que sale
del estómago al duodeno creando un ambiente óptimo para el trabajo
intestinal y de las propias enzimas.
Función endocrina
Dispersas entre las células acinares aparecen las isletas pancreáticas o isletas de Langerhans encargadas de
la secreción endocrina de hormonas. Las isletas contienen dos tipos
básicos de células: las células α
(alfa) que sintetizan la hormona glucagón
y las células β (beta) que son más numerosas y sintetizan la insulina. Ambas hormonas trabajan
independientemente pero su actividad conjunta resulta en el control de
los niveles de glucosa en la sangre.
Son antagónicas; la insulina es una
hormona hipoglicémica (que
baja el nivel de glucosa), mientras que el
glucagón una hormona hiperglicémica
(que sube el nivel de glucosa). Las
isletas también producen otras sustancias en pequeñas cantidades como
la somatostatina y otras,
pero aquí solo consideraremos las dos más abundantes.
Glucagón
Es un polipéptido de 29 amino ácidos con una
extraordinaria potencia hiperglicémica cuyo blanco principal es el
hígado donde promueve que este haga las acciones siguientes:
1.- Descomponga el glucógeno a glucosa
(glucogenólisis).
2.- Sintetice glucosa
partiendo del ácido láctico y de otras
sustancias que no son carbohidratos como la glicerina que
forma parte de las grasas, o los amino ácidos.
3.- Liberar glucosa a la
sangre lo que causa la elevación del
nivel de esta.
La síntesis y liberación del glucagón es accionada principalmente por
la disminución de los niveles de azúcar en la sangre, pero también por
un alto nivel de amino ácidos como el que sucede después de una comida
rica en proteínas. La
disminución del nivel de azúcar en la sangre
suprime la síntesis y también participa en ello la somatostatina.
Insulina
Es una proteína
de solo 51 amino ácidos, y es el resultado de la ruptura
de una cadena polipéptida mas larga conocida como proinsulina. El efecto principal de
la insulina es bajar los niveles de glucosa en la sangre, y para ello
mejora el paso de la glucosa y otros azúcares a través de las membranas
celulares hacia el interior de las células, especialmente las células
musculares y las de grasa. La insulina, además inhibe la descomposición
del glucógeno a glucosa y la conversión de amino ácidos o grasas a
glucosa.
Cuando la insulina entra a la célula, además de facilitar la entrada de
glucosa a estas, también adquiere carácter de enzima que:
1.- Cataliza la
oxidación de la glucosa para producir trifosfato
de adenosina (ATP).
2.- Enlaza moléculas
de glucosa para producir glucógeno.
3.- Convierte la glucosa
a grasa, particularmente en el tejido
adiposo (un tipo de tejido
conectivo).
La insulina también promueve la entrada de amino ácidos y las síntesis
de proteínas en los músculos.
El proceso de disminución de la glucosa en sangre después de una comida
rica en carbohidratos, como regla general sucede de la forma siguiente:
primero se satisfacen las necesidades energéticas; si aun hay glucosa
disponibles, se produce el depósito de glucógeno; y finalmente, si este
no es suficiente se comienza a depositar grasa.
En resumen, la insulina saca la glucosa de la sangre haciendo que se
use como energía o se convierta a otras sustancias que se almacenan
como glucógenos o grasa.
La secreción de insulina por las células β se estimula principalmente
por los niveles elevados de glucosa en la sangre, pero la subida de los
niveles de amino ácidos y ácidos grasos en el plasma sanguíneo también
pueden disparar la producción de insulina. La caída de los niveles de
estas sustancias en el plasma suprimen la secreción.
Note que como la producción de insulina se estimula por el nivel de
glucosa en la sangre, aquellas hormonas hiperglicémicas como el propio
glucagón, la epinefrina (adrenalina) segregada por las glándula
suprarrenales, o la tiroxina liberada por la tiroides entre otras pueden
disparar la producción de insulina de manera indirecta.
Enfermedad relacionada: Diabetes
mellitus
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