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Contenido del artículo
Función
Fuentes naturales de hierro
Deficiencias
Dosis
Efectos adversos
Interacción con fármacos

Hierro en la dieta

El hierro está ampliamente disponible en los alimentos en los países desarrollados. La absorción del hierro en los intestinos esta controlado de acuerdo a las necesidades de este elemento por cuerpo, por las condiciones existentes en el espacio interior intestinal, el tipo de fuente alimenticia proveedora, los componentes alimenticios de la comida ingerida tal como el contenido de vitamina C.

Función

El hierro juega un papel primordial en el transporte de oxígeno del cuerpo. En el organismo, el hierro puede estar de dos formas: funcional o almacenado. El hierro funcional se encuentra en la hemoglobina (una proteína compleja de la sangre encargada de transportar el oxígeno de la respiración a las células), mioglobina (una proteína muy parecida a la hemoglobina en estructura y función presente en los músculos), la enzimas que contienen hemo (una estructura química presente en algunas proteínas), y la transferina (una proteína constituida por estructuras complejas de azúcares unidas por hierro). El hierro almacenado está primariamente en la hemoglobina de los glóbulos rojos que contiene entre el 60 y el 70% del hierro total del cuerpo, el resto está primariamente almacenado cono ferritina (una proteína que retiene hierro y lo libera de acuerdo a las necesidades del cuerpo) y la hemosiderina (un compuesto derivado de la hemoglobina cuando hay hierro sobrante) y que aparecen en la mucosa intestinal, el hígado, el bazo, y la medula ósea.

Fuentes naturales de hierro 

Las formas naturales de hierro se encuentran en los alimentos en dos formas:  el hierro hemo y el hierro no hemo. El hierro hemo está en las carnes y es razonablemente bien absorbido, mientras que el hierro no hemo, tal como el que se encuentra en los granos enriquecidos y los vegetales de hojas verde oscuro resulta en la fuente mayoritaria de hierro en la alimentación, pero es pobremente absorbido. Por esta causa las cantidades de hierro publicadas en la composición de los alimentos resultan engañosas principalmente porque la absorción de este depende de la fuente en particular. No obstante, se puede calcular la absorción de hierro de un alimento dado asumiendo que el cuerpo utiliza el 10% del hierro total (hemo + no hemo) presente, si no hay carencia de hierro en el organismo. Si falta hierro en el cuerpo la absorción y utilización puede alcanzar hasta el 20% del contenido en la dieta promedio. Este estimado no se cumple si no hay hierro hemo en el alimento.

Deficiencias

Los síntomas mas tempranos de la deficiencia de hierro son vagos, se puede producir palidez y fatiga sin mucho esfuerzo, pero estos síntomas no siempre se pueden relacionar solo a falta de hierro. Otros signos que se relaciona con la anemia debida a deficiencias de hierro son las uñas  divididas o "en forma de cuchara", dolor en la lengua, estomatitis angular (inflamación de la mucosa oral en la comisura de los labios o en un rincón de la boca), y falta de aire cuando se hace ejercicio. Se ha reportado sensación de frío y adormecimiento o insensibilidad en las extremidades. La disminución de la cantidad de hemoglobina, ya sea por el número de glóbulos rojos o por la cantidad de esta en ellos, es típica de la deficiencia de hierro.

La anemia por deficiencia de hierro es un problema clínico muy extendido y la forma mas común de anemia en muchas partes mundo. Aunque causa relativamente pocas muertes en las zonas con acceso a atención médica regular, contribuye a la salud pobre y a un rendimiento por debajo del óptimo de muchas personas. Las deficiencias de hierro se pueden deber a una mala dieta, la mala absorción, el embarazo, la lactancia y la pérdida de sangre.

La excreción del hierro contenido en el cuerpo por la orina, las heces y la piel es pequeña, esto implica que las deficiencias adquiridas por mala alimentación o absorción se pueden desarrollar muy lentamente debido a que el hiero se almacena (o recicla) en el cuerpo.

Con independencia de la constante educación en relación con el consumo de una dieta adecuada, la carencia de hierro sigue siendo un problema aun en los países mas desarrollados, especialmente en las etapas de la vida siguientes:

1.- Durante la infancia con menos de 2 años de edad: los niños obtienen muy poco hierro de la leche de vaca.

2.- Durante la adolescencia: en adición a las peŕdidas de sangre durante la menstruación en las hembras, el rápido crecimiento implica una expansión de la masa de glóbulos rojos y la necesidad de hierro disponible.

3.- Durante y después del embarazo: las mujeres durante el embarazo enfrentan un notable aumento de la cantidad de sangre necesaria para suplir al feto y la placenta y tendrán pérdidas de sangre durante el parto.

4.- Al final de la vida: las personas de edad avanzada con frecuencia consumen una dieta inadecuada en hierro, tienen una absorción comprometida por diferentes razones que involucran el sistema gastrointestinal o pueden tener perdidas de sangre dentro del tracto digestivo por dolencias tales como úlceras, o tumores malignos y el uso de medicamentos. Sin embargo las elevadas reservas de hierro almacenadas en este grupo de edades pueden ser mayores que las  deficiencias de absorción o las pérdidas, de modo que no es recomendable la utilización de suplementos sistemáticos de hierro a menos que la anemia por deficiencias del elemento haya sido confirmada en el diagnóstico.

La suplementación con hierro puede estar justificada en mujeres que pierden mucha sangre durante la menstruación o en personas que donan sangre a menudo y en aquellas que se recuperan de una dolencia donde se haya perdido mucha sangre o en las fuertes pérdidas de sangre debido a heridas.

La anemia en personas que no estén embarazadas, lactantes, menstruantes o con dietas restringidas en carnes no deben auto-tratarse con suplementos de hierro sin prescripción y deben acudir de inmediato al médico; la deficiencia puede deberse a una condición médica subyacente que debe ser tratada.

Dosis

Los valores del consumo de hierro se muestran en la tabla 1. Los suplementos de hierro pueden tener efectos adversos para el sistema gastrointestinal por tal motivo la dosis diaria máxima tolerable se ha establecido en 45 mg por día.

Tabla 1. Ingestión de hierro recomendada para individuos*.
Escenario de vida
Cantidad
(mg/día)
Infantes

0-6 meses
0.27
7-12 meses
11
Niños

1-3 años
7
4-8 años
10
Varones

9-13 años
8
14-18 años
11
19-30 años
8
31-50 años
8
51-70 años
8
mas de 70 años
8
Hembras

9-13 años
8
14-18 años
15
19-30 años
18
31-50 años
18
51-70 años
8
mas de 70 años
8
Embarazo

18 años o menos
27
19-30
27
31-50
27
Lactante

18 años o menos
10
19-30
9
31-50
9
* Según El Institute of Medicine, National Academies de los Estados Unidos.


Para usar los suplementos de hierro sin prescripción hay que tener en cuenta diferentes cuestiones. Una tableta de sulfato ferroso de 325 mg, que tiene el 20% como hierro elemental, suministra unos 60 mg de hierro. Y se considera que una persona con deficiencias puede absorber alrededor del 20 % del hierro disponible, es decir unos 12 mg. Si tenemos en cuenta que la dosis tolerable máxima es de 45 mg al día se podrán usar, como terapia razonable, entre dos y cuatro de estas tabletas al día durante unos 3 meses para superar las deficiencias y restablecer los almacenes del cuerpo, suponiendo que se use una dieta adecuada. Si la situación no se mejora, o en caso contrario, se empeora durante este tiempo resulta indispensable acudir al médico.

Algunos de los productos comerciales del mercado pueden estar en forma de:

1.- Fumarato: con  20 mg de hierro elemental.*

2.- Sulfato: elixir con 44 mg / 5 ml. **

3.- Sulfato:  tabletas con 50-65 mg de hierro elemental.

4.- Sulfato: gotas con 15 mg / 0.6 ml de hierro elemental.

5.- Sulfato: jarabe con 28 mg / 5 ml de hierro elemental.

6.- Gluconato: con 27 mg de hierro elemental. ***

* los fumaratos son sales del ácido fumárico.

** los sulfatos son sales del ácido sulfúrico.

*** los gluconatos son sales del ácido glucónico.


El estándar contra el que se comparan el resto de las sales de hierro es el sulfato ferroso, y su absorción se mejora si se usa combinado con ácido ascórbico (vitamina C) por lo que es muy apropiado ingerir el suplemento de hierro junto a jugos de frutas ricas en ácido ascórbico si este resulta apropiado. También hay en el mercado productos donde se combina el hierro con el ácido ascórbico, pero pueden resultar caros. Los compuestos químicos que reducen la absorción de hierro son los fosfato (sales del ácido fosfórico) de los huevos y la leche, algunas sales presentes en los cereales, los carbonatos, los oxalatos (sales del ácido oxálico) y los taninos.

Efectos adversos


Todos los productos de hierro tienden a irritar la mucosa del tracto gastrointestinal y pueden producir náuseas, dolor abdominal y diarrea. Los efectos adversos se pueden reducir utilizando dosis menores o consumiendo los suplementos con la comida. La ingestión con la comida puede reducir la absorción hasta el 50%. Inicialmente los suplementos de hierro se deben tomar con el estómago vacío y pasar a consumirlos con los alimentos si de notan síntomas adversos. Un efecto adverso común al usar la terapia con productos de hierro es el estreñimiento, lo que indica que se debe permutar a preparados de hierro que contengan un ablandador de las heces como el glucosato. Durante la terapia con hierro las heces tienden a colorearse de negro y adquirir un carácter alquitranoso usualmente debido al hierro no absorbido. No obstante, este color puede sugerir también pérdidas de sangre dentro del tracto gastrointestinal que es un problema médico serio. Si las heces no se tornan oscurecidas en alguna cantidad es una indicación de que el producto ingerido no se desintegra apropiadamente o no libera el hierro.

Es importante almacenar los suplementos de hierro en contenedores bien cerrados y lejos del alcance de los niños, el envenenamiento con hierro se produce con frecuencia en ellos debido al sabor dulce de la capa de recubrimiento y al color de las tabletas. Lo mismo puede ocurrir con las tabletas multivitamínicas masticables que contienen hierro. El envenenamiento con hierro es una emergencia médica. Solo unas 15 tabletas de sulfato ferroso de 325 mg puede ser letal para un niño. La recuperación depende de la rapidez con que se atienda la emergencia y del tratamiento apropiado. Ha habido recuperaciones de consumo de hasta 70 tabletas.
Los síntomas de envenenamiento agudo incluyen dolor, vómitos, diarreas, des-balances electrolíticos, y shock (insuficiencia cardiovascular para mantener los niveles de sustancias en los líquidos del cuerpo para sostener el metabolismo). Se puede llegar al colapso cardiovascular.

En caso de sospecha de envenenamiento con hierro el tratamiento debe comenzarse en la propia casa, llamando a un centro de control de venenos o a una centro de salud.

Interacción con fármacos

La absorción del hierro se reduce cuando se usa en conjunto con antiácidos o con antibióticos como las tetraciclinas y las fluoroquinolonas. Del mismo modo se reduce la absorción de los antibióticos.

Si resulta médicamente necesario tomar ambos productos, tome los antibióticos 2 horas antes o 6 horas después del hierro.

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