Dolor de dientes y como tratarlo
Los dolores en la dentadura son frecuentes y casi universalmente todas
las personas adultas han sufrido algún episodio de dolor en los
dientes
alguna vez en su vida. Estos dolores básicamente se pueden
diferenciar
en dos categorías:
1.- El dolor de dientes propiamente: que es la sensación
dolorosa más o menos aguda, localizada o algo dispersa, que se siente
en la zona de la dentadura o en sus alrededores de forma permanente.
2.- La hipersensibilidad dental: que es una condición
en
la
cual los dientes son sensibles a estímulos térmicos,
químicos y físicos
y las personas sienten dolor cuando entran a la boca soluciones
calientes/frías o dulces/agrias o bien cuando las corrientes de
aire
frías o calientes hacen contacto con los dientes.
De las dos categorías de dolor en los dientes solo la
hipersensibilidad puede ser tratada con medicamentos sin
prescripción.

Figura 1. Estructura del diente
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Los dientes
Los dientes y sus
estructuras de soporte son necesarios para la
trituración adecuada de los alimentos, el habla y para la
apariencia.
Los primeros dientes comienzan a aparecer aproximadamente a los 6 meses
de edad cuando los incisivos centrales de la mandíbula inferior
brotan,
y la dentadura estará completa cuando surgen los segundos
molares
superiores a la edad de 24 meses. Hay 20 dientes deciduos (que se
caen), 10 en cada arco. A la edad de 6 años comienza el proceso
de
reemplazar los dientes deciduos "de leche" por los dientes permanentes.
Para los 14 años de edad se completa la sustitución de
los dientes
deciduos por los permanentes pero los terceros molares (cordales) no
irrumpen
normalmente hasta los 17-21 años de edad. Visto a groso modo los
dientes están conformados por dos partes (figura 1), la
raíz y la
corona. La raíz
normalmente está por debajo de margen superior de la gingiva
(encía),
la
que es esencial para fijar los dientes a los tejidos circundantes. La
corona es la parte del diente que está por encima de la gingiva
y es
responsable de la masticación.
Cada diente tiene 4 componentes básicos:
1.- Esmalte: que
está
compuesto por una forma muy dura y cristalina de sales de fosfato
cálcico. El grueso del esmalte es de 1.5 a 2 mm en la zona mas
gruesa y
protege la estructura subyacente del diente. El esmalte recubre la
corona del diente y termina alrededor de la linea de la encía.
2.- Dentina: que
yace
debajo del esmalte, es mas blanda que este y constituye la mayor parte
de la estructura del diente. Está atravesada por tubuladuras
microscópicas que transportan los nutrientes desde la pulpa
situada
debajo de la dentina. La dentina protege la pulpa de daños
mecánicos,
térmicos o químicos.
3.- Pulpa:
ocupa una cámara que corre cerca del eje del diente y
está conectada
con los tejidos que la rodean por una abertura en el extremo inferior
de la raíz llamada
foramen
apical.
La pulpa es esencialmente tejido vascular y
nervioso, las terminales
nerviosas de la pulpa interpretan todos los estímulos que
reciben como
dolor.
4.- Cemento: con
una naturaleza parecida a la del hueso, es mas blando
que la dentina y cubre la raíz del diente. Se extiende desde el
contacto cemento-esmalte hasta el ápice (la punta de la
raíz). De esta
forma el diente está suspendido en el hueso pero no tiene
continuidad
con él. La función primaria del cemento es anclar el
diente al ligamento periodontal
a través de
fibras periodontales.
Al conjunto de los tejidos que soportan el diente se le llama
periodonto y este abarca el propio
cemento y además:
1.- El ligamento
periodontal: que es de
tejido conectivo y fija el
diente al
hueso alveolar que lo rodea y
a la encía, proporcionándole soporte, forma,
nutrición y sensibilidad.
2.- El hueso alveolar
que lo abarca:
que forma la cuenca donde se aloja el diente. Este hueso es fino y
poroso y se adhiere a las fibras principales del ligamento periodontal
y a la encía.
3.- La gingiva:
es el tejido blando que rodea el diente. Normalmente de color
rosado en contraste con el color mas rojizo del resto de la superficie
de la cavidad bucal. La encía está
queratinizada
y se aferra al cemento por un grupo de ligamentos fibrosos
periodontales.
Causas de los dolores de dientes
La hipersensibilidad dental produce dolores que van de leves a muy
agudos y se deben a menudo a la exposición de la tubuladura de
la
dentina como resultado de desgaste, abrasión (por el cepillado
excesivo
con dentífricos con mucho contenido abrasivo o cerdas muy
duras),
erosión, fractura del diente, astillado del diente o
restauración
defectuosa. También puede aparecer después de una terapia
periodontal
(decapado o alisado de la raíz), movimientos
odontológicos de los
dientes, desequilibrio oclusal (falta de coincidencia de los arcos de
dientes superior e inferior) y contracción de la gingiva. La
dentina
expuesta permite que los estímulos (calor, frío,
ácidos, presión)
lleguen a las terminales nerviosas que están dentro de la pulpa.
Estas
sensaciones no dañan la pulpa y con el tiempo la dentina se
restituye y
las sensaciones eventualmente desaparecen; no obstante, si el problema
es muy doloroso puede hacer que la persona limite la higiene bucal y
con ello la acumulación de placa lo que puede traer como
consecuencia
otras dolencias relativas a la acumulación de placa como las
caries o la
gingivitis.
La dentina está protegida por el esmalte en la corona del diente
y por
el cemento en la raíz. El esmalte es muy duro y normalmente
resiste
bien la acción abrasiva del cepillado con pasta dental que
contiene
abrasivos y al posible desgaste por la cuerdas del cepillo, sin embargo
su resistencia a los ácidos no es tan elevada y puede resultar
desmineralizado y erosionado por la acción de ácidos
dentro de la boca,
cuando esto sucede en las capas externas del esmalte, se hace mucho mas
sensible a las pérdidas por el cepillado. Esta
erosión/abrasión puede
llegar a ser notable si se consumen con frecuencia alimentos o bebidas
ácidas, o se padece de regurgitación a la boca frecuente
del contenido
ácido estomacal combinados con el cepillado usando
dentífricos con
elevado contenido de abrasivos. Las personas que padecen de
bulimia nervosa y que
vomitan
con frecuencia están en alto riesgo de erosionar el esmalte de
los
dientes y secundariamente a tener en ellos hipersensibilidad. Por su
parte la raíz del diente usualmente está recubierta por
los tejidos de
la encía, pero con el tiempo, la erosión, el desgaste y
la abrasión
pueden eliminar la fina capa de cemento y dejar expuesta la capa
subyacente porosa de dentina y producir hipersensibilidad dental,
especialmente si por alguna condición la gingiva se contrae o
afecta,
por ejemplo debido a gingivitis o a una mala técnica de
cepillado.
Otra causa común de exposición de la dentina es debido al
progreso de
la caries que no se tratan, en este caso, cuando se ha roto la barrera
del esmalte y la dentina queda expuesta, se puede sufrir de
hipersensibilidad en el diente, o, con un mayor progreso de la carie,
la oquedad puede llegar a la pulpa permitiendo que las bacterias la
invadan y la respuesta inflamatoria a la invasión se manifiesta
como
pulpalgia
o dolor de dientes común (coloquialmente llamado dolor de
muelas), que
puede evolucionar, si no se atiende, a desarreglos mas serios en el
tejido periodontal con consecuencias irreversibles.
Aunque el dolor de dientes generalmente indica algún problema en
los
componentes del diente, también se pueden reflejar como tales
algunas
condiciones en los
senos paranasales,
en los
ojos o en los
oídos que desaparecen una vez resueltas las
causas
indirectas. Otras cuestiones no dentales que pueden producir dolor en
los dientes son:
neuralgia del
trigénimo,
dolores neuríticos (relacionados con la inflamación de
nervios),
deficiencias en vitaminas, herpes zóster (culebrillas) y las
cefaleas
(dolor de cabeza) agudas.
Síntomas y signos de dolor en los dientes
Mientras el dolor debido a la hipersensibilidad dental tiende a ser
corto y punzante, el dolor de la pulpitis es prolongado y palpitante.
La pulpitis puede ser reversible una vez que se retire la carie y se
repare el diente; o irreversible, lo que requiere un tratamiento de
endodoncia (retirar la pulpa del diente y sustituirla por material
inerte). Un dolor intermitente y penetrante de corta duración
indica
que la pulpa es aun viable y el daño es reversible, pero si el
dolor es
continuo, sordo y palpitante usualmente indica un daño
irreversible a
la pulpa.
La hipersensibilidad dental debida al bruxismo (hábito
involuntario de
apretar los dientes unos contra otros sin necesidad funcional) o por
hendiduras en las encías debido a la abrasión resultante
del cepillado
inadecuado, puede auto-resolverse una vez que cesan las causas que la
producen, pero puede demorar algunas semanas.
Cuando el nervio dental se inflama, el ligamento que asegura la
raíz a
la cavidad del hueso puede también inflamarse y el resultado es
sensibilidad al morder. Si al tocar el diente, el dolor, en lugar de
ser leve es agudo y punzante indica una condición seria,
probablemente
la inflamación del nervio y el ligamento de la raíz, y,
aunque luego
desaparezca la degeneración de los tejidos puede formar un
absceso o
granuloma.
Tratamiento de la hipersensibilidad y el dolor de dientes.
Hay medicamentos sin prescripción efectivos para tratar la
hipersensibilidad dental, pero para el dolor de dientes estos productos
están limitados a medidas analgésicas o
anestésicas temporales hasta
que la causa del dolor sea detectada y corregida.
Enfoque general del tratamiento
El auto-tratamiento de los problemas dentales debe limitarse a la
hipersensibilidad, todos los dolores de dientes deben requerir
atención
especializada. Una guía para definir cuando se debe prescindir
del
auto-tratamiento se muestra a continuación:
1.- Dolor de dientes y no hipersensibilidad como se han
descrito arriba.
2.- Inflamaciones o dolor relacionados con la mala
fijación de prótesis dentales.
3.- Presencia de fiebre o protuberancias.
4.- Dientes flojos.
5.- Encías sangrantes sin trauma alguno.
6.- Dientes partidos o caídos.
7.- Dolor severo en los dientes motivado por calor, frío
o al masticar.
8.- Trauma en la boca con sangramiento, hinchazón o
inflamación.
Terapia no farmacológica
La aplicación por 10 minutos de compresas frías o hielo
pueden mejorar
el dolor de dientes, pero no todos los dolores de muelas se alivian con
frío. Las compresas calientes están contraindicadas ya
que pueden
ayudar a la proliferación de las bacterias. Pero en este caso,
la
persona debe estar consiente de que necesita atención
especializada lo
antes posible, aunque las medidas sin medicamentos provean alivio.
Para la hipersensibilidad debida a la recesión de la linea de la
gingiva un cepillo de dientes suave puede ayudar a reducir el progreso
del problema y dar alivio.
Terapia farmacológica
Las personas que sufren de hipersensibilidad dental pueden obtener
alivio al dolor con el uso de una pasta de dientes fluorada
estándar y
cepillar menos vigorosamente los dientes usando un cepillo de cerdas
blandas. Los dentistas típicamente recomiendan una pasta dental
que
contenga nitrato de potasio y fluoruro de sodio. El nitrato de potasio
ha demostrado efectividad en el tratamiento de los dientes
hipersensibles. Otras combinaciones conteniendo nitrato de potasio
parecen ser también efectivas. Si con estas medidas no se siente
alivio
en 7-10 días lo mejor es consultar el dentista para buscar
alivio en
productos de prescripción. Debe tenerse presente que el alivio a
la
hipersensibilidad dental no se resuelve de inmediato.
La aplicación de la pasta dental insensibilizante debe hacerse
aplicando abundantemente esta sobre un cepillo de cuerdas suaves dos
veces al día. El cepillado exhaustivo, por al menos un minuto,
hará
llegar la pasta insensibilizadora a toda la superficie de los dientes.
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