Fiebre y su tratamiento
Por fiebre se entiende la temperatura anormalmente alta del
núcleo
cuerpo. Hay que distinguir entre tres formas de manifestarse la
temperatura alta corporal.
1.- La
fiebre
propiamente dicha: que es la temperatura anormal,
pero regulada por los centros de control de esta del cuerpo, en
respuesta a un agente productor de fiebre (pirógeno). El sistema
de
control de la temperatura del cuerpo tiene su base en el
hipotálamo
(una
glándula
del
sistema
nervioso). De forma que la fiebre es
una
respuesta del cuerpo ante un agente perturbador.
2.- La hipertermia:
se produce por un mal funcionamiento del
sistema de regulación de temperatura del hipotálamo.
3.- La
hiperpirexia:
que es un aumento de la temperatura del
cuerpo por encima de 41.1°C, lo que resulta con consecuencias
físicas y
mentales.
La mayoría de las fiebres son auto-limitadas y no representan
una
amenaza, sin embargo, la fiebre causa un alto grado de malestar y en
algunos casos se produce como la manifestación de alguna
patología
(enfermedad) subyacente seria, por ejemplo, en infecciones agudas, lo
que requiere de pronta asistencia médica.
La razón principal para tratar la fiebre es para producir alivio
al
malestar que genera, pero la causa subyacente debe ser detectada antes
de iniciar el tratamiento. Rara vez la fiebre por sí misma produce
complicaciones, pero el tratamiento agresivo inadecuado de una fiebre
puede producir peores consecuencias que la propia fiebre. La fiebre es
una dolencia muy común en los niños, especialmente con
menos de 5 años
de edad, y no tanto en los adultos.
La temperatura normal del cuerpo
No todas las partes del cuerpo están a la misma temperatura en
el mismo
momento. Tampoco el valor de la temperatura es igual a lo largo del
día
en un individuo sano. Además puede ser diferente entre el estado
de
reposo y cuando se hacen ejercicios intensos. Veamos.
La temperatura del núcleo que es la que médicamente
indica fiebre se refiere a la de la sangre que rodea el
hipotálamo (que está en la base del cerebro) y esta puede
diferir de
la temperatura de la masa del cuerpo circundante y de la
piel. La
temperatura del
núcleo está regulada por la interacción entre el
sistema de
termorregulación situada en el hipotálamo y las
señales provenientes de
neuronas termosensoras situadas en el sistema nervioso central y en la
piel.
Ciertos mecanismos de comportamiento y
fisiológicos se
activan cuando
hacen falta para mantener el control de la temperatura. Ejemplos de
adaptaciones de comportamiento son: abrigarnos más cuando
sentimos
frío, liberarse de ropa cuando hay calor, frotarse las manos o
buscar
sombra cuando estamos a merced del sol. Como mecanismos
fisiológicos compensadores
están: liberar calor si el ambiente es cálido
(sudar, dilatación
de los vasos sanguíneos, aumentar el ritmo de la
respiración para mayor
ventilación) así como producir calor o conservarlo cuando
hace frío con
acciones tales como: tiritar, piel de gallina, vaso contracción.
Estas
acciones están condicionadas por el cambio en los niveles de
secreción
de ciertas hormonas como la tiroxina, aldosterona, serotonina y otras.
Aunque la temperatura de la piel puede variar en un rango relativamente
grande, el núcleo se mantiene en un margen estrecho.
El sistema de regulación normalmente mantiene la temperatura del
cuerpo
sin grandes fluctuaciones; la temperatura promedio usualmente se
mantiene entre 36.4°C (97.5°F) y 37.2°C (98.9°F), este
rango se
considera como el "punto de
ajuste" en el que ni los mecanismos compensadores fisiológicos
ni los
de comportamiento se han activado.
Normalmente la temperatura corporal varía durante el día
con un pico
entre 5 PM y 7 PM y adquiere el menor valor entre 3 AM y 5 AM, este
ritmo de cambio comienza a partir de los 2 años de edad y es mas
pronunciado en los niños que en los adultos. La temperatura
puede
cambiar tanto como 1°C (1.8°F) en los adultos y tanto como
1.48°C
(2.58°F) en los niños cada día en dependencia del
ritmo biológico y de
la actividad física.
La actividad física intensa, tanto en niños como en
adultos elevan la
temperatura corporal, si unimos a esto que la temperatura corporal
tienden a
subir en el final de la tarde, como se apuntó arriba, se puede
malinterpretar un moderado
aumento de la temperatura a esa hora como estado febril.
La temperatura promedio en el recto (parte final del intestino que
llega al ano) en los niños con 18 meses de edad puede ser de
37.8°C
(100°F), pero mas de la mitad de los bebés tienen en
algún momento mas
de 37.8°C (100°F) siendo esto normal.
No todas las personas tienen la misma sensibilidad a la fiebre, algunas
son capaces de sentir los pequeños incrementos de temperatura
corporal
mientras otras no los perciben.
Causas de la fiebre
Un incremento sostenido de la temperatura corporal está
asociado comúnmente con un proceso infeccioso; sin embargo
también
puede subir, temporal o sostenidamente, en respuesta a algunos
medicamentos, por procesos fisiológicos, por actividad vigorosa
o puede
ser por causa desconocida.
Fiebre debido a microorganismos
La mayor parte de los episodios de fiebre son inducidos por microbios
que han infectado el cuerpo, bacterias, virus, hongos etc. Las
elevaciones de temperatura motivadas por bacterias, comúnmente
son mas
pronunciadas que las que producen los virus, pero esto no es una regla
exacta, por lo que la fiebre misma no es suficiente diferenciar los
tipos de infecciones. Tampoco sirve para identificar el tipo de
infección usando la magnitud de descenso de la temperatura una
vez que
se han usado medicamentos que bajan la temperatura (medicamento
antipiréticos). La fiebre es menos intensa en personas mas
viejas que
en las mas jóvenes, de modo que en los ancianos las infecciones
no son
tan fácilmente reconocibles como en los jóvenes cuando la
fiebre es el
único elemento de diagnóstico.
Estados febriles sin agentes infecciosos
Las causas del aumento de la temperatura corporal sin agentes
infecciosos pueden ser: por enfermedades malignas, por ejemplo,
cáncer; daños a
los tejidos, por ejemplo, por alguna cirugía; por reacciones de
rechazo
a un elemento extraño dentro del cuerpo; deshidratación;
insolación;
inflamaciones del sistema nervioso central; y desórdenes
metabólicos
como el hipertiroidismo (excesivo funcionamiento de la glándula
tiroides) o
gota
etc.
Estas causas de aumento de la temperatura corporal pueden causar fiebre
o hipertermia, los casos de insolación, deshidratación y
el
hipertiroidismo promueven la hipertermia en lugar de fiebre ya que
interfieren con el ritmo normal metabólico de disipación
de calor.
Fiebres debido a medicamentos
La fiebre inducida por el uso de medicamentos responde a diversos
mecanismos, pero el tema en su totalidad no se ha entendido bien. Se
sabe, por ejemplo, que algunas sustancias contenidas en los
medicamentos
interfieren con el sistema de generación de calor del cuerpo al
aumentar el
metabolismo
de base. Otros reducen la disipación de
calor
al disminuir, por ejemplo, la sudoración. Algunos interfieren
con
el normal funcionamiento de hipotálamo alterando la
termorregulación e
incluso en otros casos, la sustancia contenida en el medicamento recibe
una respuesta inmunológica
febril al simular la estructura de los pirógenos propios del
cuerpo. En
cualquier caso es importante descontinuar el uso del agente causante
ya
que pueden producir un estado adicional de enfermedad que incluso puede
conllevar a la muerte.
La fiebre inducida de este tipo es independiente del sexo, la edad y
las condiciones médicas del momento.
Signos y síntomas de la fiebre
El signo mas importante de fiebre es el incremento de la temperatura
por lo que un buen sistema de medición es decisivo. Una forma
subjetiva
de determinar la temperatura es palpando una parte del cuerpo, por
ejemplo, la frente, pero aunque este método puede detectar un
incremento
de temperatura en la piel no da una idea correcta del incremento en el
núcleo que es la mas estable y por tanto la que puede
conducirnos a un
diagnóstico adecuado de fiebre. La forma mas precisa de
determinar la
temperatura del cuerpo es con un termómetro y utilizando las
técnicas
adecuadas. Es importante considerar la edad, y el nivel de
estrés
físico y emocional, la temperatura del ambiente, la hora del
día y el
lugar del cuerpo donde se toma esta. Todos estos factores pueden
afectar el resultado de la medición de la temperatura.
La
medición de la temperatura del núcleo no se puede hacer
directamente debido a que
esto implica medirla en las inmediaciones del hipotálamo, no
obstante
este valor se estima con el uso de varios tipos de termómetros
que se
usan en el recto, las axilas, en la boca o en los canales del
oído. En
la tabla 1 se brinda el rango de temperatura corporal normal en
dependencia
del lugar de medición.
Tabla
1. Rango de
temperatura corporal en dependencia del lugar de medición.
Sitio
de
medición
|
Normal
(°C)
|
Fiebre
(°C)
|
Recto
|
De 36.6 a 38
|
Más de 38.8
|
|
|
|
Oral
|
De 35.5 a 37.5
|
Más de 37.8
|
|
|
|
Axilas
|
De 34.7 a 37.2
|
Más de 37.2
|
|
|
|
Oído
|
De 35.5 a 38
|
Más de 38.0
|
La medición de la temperatura en los canales del oído se
hace con un equipo especial que normalmente no se tiene en los hogares,
así que desde el punto de vista de la detección de la
temperatura en la
casa, los métodos usuales son los tres primeros, rectal, oral y
axilar.
El método rectal se considera el modo mas adecuado para tomar la
temperatura del cuerpo, pero dada su naturaleza, la mayor parte de las
personas no lo desean.
Tipos de termómetros
En la actualidad existen en el mercado diferentes tipos de
termómetros,
los mas familiares a las personas son los termómetros de
mercurio en
tubo de vidrio, pero además hay termómetros
electrónicos, y los que
cambian de color. Los termómetros de mercurio y los
electrónicos son
apropiados para tomar la temperatura de forma rectal, oral y axilar.
Pero en algún caso el diseño del dispositivo puede ser
diferente para
adaptarse a las condiciones de uso.
Dada la naturaleza tóxica del
mercurio
y a la fragilidad de los
termómetros de vidrio cada vez se usan menos, incluso ha sido
desaprobado su uso por algunas regiones y países, así que
probablemente
en el futuro cercano sea difícil conseguir uno de estos
termómetros.
Tenga en cuenta que los termómetros electrónicos
generalmente utilizan
pilas, asegúrese antes de usarlos que las pilas están
activas.
Tomando la temperatura
Forma oral
La temperatura del cuerpo por el modo oral se puede hacer con
termómetros de mercurio y con electrónicos, pero este
método no se
podrá usar en aquellas personas que tengan que respirar por la
boca, o
que tengan la boca afectada, por ejemplo, por una cirugía.
Tampoco se
recomienda la toma oral en niños menores de 3 años ya que
resulta
difícil que puedan sostener con seguridad el termómetro
dentro de la
boca por el tiempo necesario, especialmente los de vidrio. Para hacer
una medición con suficiente exactitud se debe espera por lo
menos 5
minutos después de haber fumado o bebido un líquido
frío o caliente.
A continuación una guía de como debe operarse:
1.- Asegúrese que el termómetro no está
roto o averiado.
2.- Desinfecte el termómetro frotándolo con un
algodón o
almohadilla empapada con alcohol.
3.- Enjuague el termómetro en agua corriente a
temperatura
ambiente. Nuca use agua caliente, puede romperse el termómetro.
4.- Verifique que está indicando menos de 35.6°C, si
su
indicación es mas alta, para el caso del termómetro de
mercurio,sacúdalo con fuerza para bajar la altura de la columna
de
mercurio por debajo de 35.6°C. Si es electrónico
ajústelo de acuerdo a
las instrucciones.
5.- Ponga la punta sensora del termómetro debajo de la
lengua y
acomódelo de forma que salga de la boca ligeramente inclinado a
un lado.
6.- Mantenga los labios cerrados para sujetar el
termómetro y
evitar que entre aire a la boca.
7.- Deje el termómetro en su lugar por un tiempo de 3 a
4
minutos para el caso del termómetro de vidrio, los
termómetro
electrónicos generalmente emiten un sonido cuando está
listo para ser
retirado.
8.- Limpie el termómetro de saliva con un algodón
desde el
vástago hacia el bulbo y haga la lectura.
9.- Una vez leído el valor de la temperatura, sacuda el
termómetro si es de vidrio para bajar la columna por debajo de
35.6°C.
10. Desinfecte el termómetro como se describió
arriba y póngalo
en su estuche para guardarlo.
Forma rectal
Se pueden usar termómetros de vidrio o electrónicos pero
el paciente
nunca se debe deja sin atención por el peligro de que el
termómetro sea
expelido o roto. Hay que tener cuidado a la hora de introducir el
termómetro por el ano para evitar la perforación de los
intestinos o
que el dispositivo se introduzca demasiado y resulte retenido.
A continuación una guía de como debe operarse:
1.- Si el termómetro es de vidrio use uno
diseñado para toma
rectal y no oral. En el caso de los electrónicos estos pueden
usarse
tanto oral como rectal y axilarmente.
2.- Asegúrese de que termómetro no está
roto ni averiado.
3.- Siga los pasos 2, 3 y 4 de la guía para el uso oral
explicado arriba (desinfección, enjuague y ajuste de la
temperatura
inicial).
4.- Aplique un lubricante acuoso al bulbo del
termómetro
para
facilitar la introducción por el esfínter del ano y
evitar algún trauma.
5.- Para los bebés o niños pequeños
póngalo boca abajo sobre
sus rodillas, separe las nalgas con el pulgar y el índice de una
mano e
inserte el termómetro con cuidado con la otra mano en la
dirección del
ombligo. Para los bebés inserte el termómetro hasta la
terminación del
bulbo, para los niños inserte unos 2.5 cm del termómetro.
6.- En los adultos ponga la persona de lado, con las
piernas
flexionadas un ángulo de unos 45 ° con respecto al abdomen.
Inserte el
termómetro entre 1.5 y 7. 5 cm dentro del recto, para ello
sujete el
termómetro a esa distancia del bulbo con los dedos e
introdúzcalo hasta
que los dedos topen con el ano. Haga al paciente respirar profundo
durante este proceso, esto facilitará la inserción y
posicionamiento
del termómetro de modo correcto.
7.- Mantenga el termómetro en ese lugar por 5 minutos si
es de
vidrio, o hasta que el propio termómetro indique que ya ha
medido para
el caso del termómetro electrónico.
8.- Retire el termómetro suavemente, límpielo con
un algodón
desde el vástago hacia el bulbo y haga la medición.
9.- Después de medir, sacuda el termómetro de
vidrio hasta que
la temperatura indicada baje hasta menos de 35.6°C.
10.- Desinfecte el termómetro y guárdelo en su
estuche.
11.- Limpie con un algodón cualquier remanente de
lubricante que
haya quedado en el ano.
Forma axilar
La forma axilar se puede llevar a cabo con termómetros de
mercurio en
tubo de vidrio o con los termómetros electrónicos,
siempre que se pueda
evite utilizar este método ya que no es tan fidedigno como los
métodos
orales y rectales. Muchas mediciones imprecisas se dan con frecuencia
debido a la inapropiada colocación del termómetro, al
movimiento de los
brazos durante el período de medición lo que permite la
ventilación con
aire exterior a la zona, y la utilización de un período
de tiempo muy
corto hasta la lectura de la temperatura. La toma axilar no debe
hacerse después de ejercicios intensos o acabado de
bañar, en ambos
casos la medición puede resultar falseada.
A continuación una guía de como debe operarse:
1.- Si el termómetro es de vidrio, use uno para toma
oral o
bien uno electrónico.
2.- Asegúrese de que el termómetro no está
roto ni averiado.
3.- Desinfecte el termómetro con un algodón
empapado con
alcohol, o, en su lugar, lávelo con agua corriente.
4.- Verifique que está indicando menos de 35.6°C, si
su
indicación es mas alta, para el caso del termómetro de
mercurio, sacúdalo con fuerza para bajar la altura de la columna
de
mercurio por debajo de35.6°C. Si es electrónico
ajústelo de acuerdo a
las instrucciones.
5.- Coloque el termómetro en la axila. Verifique que la
axila
está limpia y seca.
6.- Apriete con suavidad el brazo contra el cuerpo por
lo
menos
5 minutos, pero mejor 10 minutos. Los termómetro
electrónicos suelen
demorar entre 10 y 60 segundos para tomar la medición.
7.- Saque el termómetro y lea la temperatura.
8.- Después de medir, sacuda el termómetro de
vidrio hasta que
la temperatura indicada baje hasta menos de 35.6°C.
9.- Ponga el termómetro en su estuche y guárdelo.
Complicaciones de la fiebre
La aparición de fiebre es una de las mayores preocupaciones de
los
familiares de un paciente, pero la mayor parte de las fiebres se
auto-limitan
y rara vez resultan en complicaciones serias. Sin embargo, en las
crisis
febriles graves pueden conducir a convulsiones, daños
fisiológicos
(cerebrales, reproductivos) y hasta la muerte.
Las convulsiones son movimientos temporales de contracción y
distensión
temblorosa de algunos músculos del cuerpo de forma brusca, no es
probable que queden secuelas neurológicas, por ejemplo,
epilepsia o
disminución de la capacidad intelectual, después de un
ataque
convulsivo simple debido a la fiebre.
Las fiebres altas y de rápido aumento son las que más se asocian
a las
convulsiones febriles. A pesar de que tanto la magnitud como el ritmo
de crecimiento de la fiebre parecen ser los factores críticos
determinantes de la aparición de un estado convulsivo febril, la
temperatura a la que un niño comienza a tener convulsiones es
impredecible. La mayor parte de las crisis convulsivas debido a la
fiebre se producen inicialmente en niños menores de 3
años. Si hay una
crisis convulsiva después de esa edad usualmente no está
relacionada
con fiebre.
Efectos serios deprimentes, por ejemplo, deshidratación,
delirios,
convulsiones, coma, daños irreversibles a músculos o
neurológicos,
ocurren mas frecuentemente en la hiperpirexia (temperaturas mayores de
41. 1°C) la que usualmente se relaciona con hipertermia y no con
fiebre. La probabilidad de que se alcancen temperaturas por encima de
41. 1°C debido al mecanismo de regulación normal de la
temperatura
corporal gobernado por el hipotálamo es muy baja. Sin embargo,
los
aumentos de la temperatura corporal, aunque no sea altos, son
amenazantes
para la vida de las personas con enfermedades del corazón o
disfunciones
pulmonares.
El riesgo de complicaciones debido a la fiebre existe en los
bebés, en
las personas con tumores cerebrales o hemorragias, infecciones en el
sistema nervioso central, y aquellas con baja posibilidad de disipar
calor del cuerpo, ya que estas tienen una baja capacidad de soportar
incrementos de la temperatura. Las personas de edad avanzada son
propensas a complicaciones debido a que con la edad disminuye la
capacidad de sudoración, así como la percepción de
la sed.
Tratamiento de la fiebre
La fiebre es el síntoma de un proceso subyacente, de forma que
el
tratamiento debe estar dirigido a eliminar la causa, mas que en bajar
la
temperatura. No hay correlación entre la magnitud o el
patrón de la
elevación de la temperatura, por ejemplo, persistencia,
intermitencia,
recurrencia o prolongación, y la causa subyacente o la severidad
de una
enfermedad. El malestar debido a la fiebre es la razón por la
que se
comienza un tratamiento con medicamentos antipiréticos, pero hay
argumentos en contra de esta práctica:
1.- La fiebre en general es benigna y auto-limitada.
2.- Se puede eliminar un signo de diagnóstico o
pronóstico.
3.- Se puede reducir una posible respuesta defensiva del
organismo.
4.- Se corre el riesgo de tener los posibles efectos
adversos
de
los medicamentos.
La decisión de tratar un estado febril se debe basar en la
relación
entre el riesgo y el beneficio. Digamos que los efectos negativos de la
fiebre son el aumento del consumo de oxígeno y la
producción de dióxido
de carbono, así como el aumento del ritmo cardíaco, por
lo que los
pacientes con problemas pulmonares o del corazón puede tener un
mayor
nivel de riesgo. Sin embargo, la fiebre no está asociada con
muchos
efectos dañinos hasta que no pasa de 41. 1°C, y hay
evidencias de que
ella es una respuesta de adaptación del organismo, por que la
elevación
de la temperatura puede ser beneficiosa. Se han reportado estudios
donde se sugiere que tratar la fiebre con medicamentos
antipiréticos ha
prolongado los síntomas de algunas enfermedades infecciosas como
la
varicela y otros virus. Pero como no hay disponible una contundente
acumulación de información sobre las ventajas o
desventajas, para
soportar si la fiebre es beneficiosa o dañina, lo mejor es ir
ante un
especialista de la salud antes de tomar la decisión de llevar un
auto-tratamiento de la fiebre por uno mismo.
Enfoque general del tratamiento
El manejo general de la fiebre se hace a través de medicamentos
antipiréticos, los que se toman a lo largo de todo el día
y se
continúan por lo menos con una duración de 24 horas y
asistido además
con tratamiento no farmacológico.
La auto-medicación puede ser posible en una buena parte de las
fiebres,
pero se debe buscar atención médica primaria sin dudar en
los casos
siguientes:
1.- Cuando la persona padece de alguna dolencia adicional
que
le impida tomar antipiréticos orales. Vea mas bajo las
contraindicaciones y las limitaciones en el uso de estos medicamentos.
2.- Las personas que tienen problemas que le impidan
la
correcta
utilización del oxígeno, por ejemplo, problemas
respiratorios.
3.- Las personas con el
sistema inmunológico
deprimido.
4.- Las personas con daños en el sistema nerviosos
central.
5.- Los niños con predisposición a las
convulsiones.
6.- Los bebés de menos de 3 meses de edad y
temperatura
en el
recto de 38.3°C o más.
Cualquier paciente con síntomas de infección
o temperatura
rectal mayor de 40°C.
Las fiebres con temperatura mayor de 38.3°C se pueden tratar
oralmente
con agentes antipiréticos así como con medidas no
farmacológicas. El
tratamiento con temperaturas menores puede ser indicado en personas que
sientan un gran malestar, o si esta es de avanzada edad, ya que
estudios
recientes han sugerido que la temperatura corporal disminuye con la
edad
y por lo tanto una temperatura de 38. 3°C puede ser fiebre en un
anciano.
Tratamiento no farmacológico
El tratamiento no farmacológico esta limitado principalmente a
la
ingestión de abundante líquido para prevenir la
deshidratación. El uso
de paños fríos o baños tiene una utilidad limitada
en el manejo del
proceso febril. La frotación con agua fresca facilita la
disipación
de calor ya que solo una pequeña diferencia de temperatura entre
el paño y
el cuerpo es suficiente para obtener una respuesta antipirética
efectiva, sin embargo, el frotado no es una práctica rutinaria
recomendada para personas con temperaturas menores de 40°C, debido
a que esto es generalmente incómodo y a menudo produce
escalofríos, los
cuales podrían seguir incrementando la temperatura. Los
baños con agua
de hielo, o la frotación con alcohol son medidas
incómodas,
innecesarias y no se recomiendan. El alcohol puede absorberse por la
piel o inhalarse cuando se aplica y puede resultar en
intoxicación. El
uso de antipiréticos sin prescripción de forma
tópica en la frotación no tienen efecto en el
funcionamiento del hipotálamo para bajar la temperatura del
cuerpo.
Otras medidas no farmacológicas útiles son: vestir ropas
ligeras, no
cubrirse con frazadas, mantener de ser posible la habitación
fresca
(25-26°C) y aumentar la ingestión de líquido normal a
por lo menos de
30 a 50 ml adicionales por hora en niños febriles y de 50 a 100
ml por
hora adicionales en adultos. A menos que la ingestión de
líquidos esté
contraindicada en la persona.
Tratamiento farmacológico.
Están disponibles sin prescripción varios
antipiréticos/analgésicos
para manejar la fiebre. Esta disponibilidad es muy variable de un
país a
otro, por lo que no se pueden plantear terapias universales, nos
referiremos sin embargo, a los productos mas universalmente utilizados
y disponibles sin prescripción médica aun en los
países mas exigentes
en este campo. Estos son:
1.- Ácido acetilsalicílico (Aspirina)
2.- Acetaminofén o Acetaminofeno.
Los antiinflamatorios no esteroideos, llamados AINE (o
NSAID en Inglés): Ibuprofeno, Ketoprofeno y Naproxeno.
Estos antipiréticos/analgésicos, aunque se expenden
libremente, no son
absolutamente
benignos y escoger el adecuado para usted debe responder a una
cuidadosa selección en dependencia de su condición
física y otros
elementos de riesgo que se verán mas adelante en el punto
contraindicaciones.
Siempre tendrá que tener en cuenta lo siguiente:
1.- Si padece de: pólipos nasales, úlcera
gástrica recurrente o
crónica;
gota;
desórdenes
en la coagulación, o lleva una terapia de
anticoagulantes; o es alérgico a la Aspirina =======>
NO use Aspirina NI alguno de los AINEs
(Ibuprofeno, Ketoprofeno y
Naproxeno).
2.- Si tiene menos de 12 años de edad: ========> EVITE el
uso de Naproxeno.
3.- Si tiene menos de 15 años de edad y aparenta tener
una
enfermedad viral: ========>
EVITE la
Aspirina.
4.- Si tiene menos de 16 años de edad: =========> EVITE el
Ketoprofeno.
5.- Si no está en ninguna de las limitantes anteriores
entonces
puede usar cualquiera de los antipiréticos.
La tabla 2 a continuación muestra las dosis recomendadas a usar
en una
selección de antipiréticos comunes sin
prescripción.
Tabla 2. Dosis recomendadas para los
antipiréticos sin prescripción seleccionados.
Agente
|
Dosis
individual
para adultos (mg)
|
Dosis
máxima
diaria
para adultos (mg)
|
Dosis
individual
para
niños
|
Dosis
máxima
diaria
para niños (mg)
|
Acetaminofeno
|
325-650
cada
4 horas
|
4000
|
10-15
mg/kg* cada 4 a 6 horas
|
2400
|
Aspirina
|
650
cada
4 horas
|
4000
|
10-15
mg/kg
cada 4 a 5 horas
|
80
mg/kg**
|
Ibuprofeno
|
200-400
cada
4 a 6 horas
|
1200
|
5-10
mg/kg
cada 6 a 8 horas |
40
mg/kg
|
Naproxeno
|
220-400
cada
8 a 12 horas
|
660
|
2.5-10
mg/kg
cada
12 horas
|
10
mg/kg
|
Ketoprofeno
|
12.5-25
cada
6 a 8 horas
|
75
|
No
aprobado
para menores de 16 años
|
|
* Se refiere a miligramos de agente por
cada kilogramo de peso corporal del niño
** Esto significa que si el niño pesa, por ejemplo, 10 kg
la dosis
máxima diaria no debe ser mayor de 800 mg
|
Muchos
productos comerciales contienen múltiples ingredientes, sea
cuidadoso
en revisar el contenido de los ingredientes específicos en un
producto
determinado para evitar las sobredosis con alguno de los agentes si se
usan productos combinados en la terapia.
Contraindicaciones
Siempre es bueno recalcar en cuales situaciones los diferentes tipos de
antipiréticos sin prescripción no se deben utilizar, es
decir sus
contraindicaciones.
Aspirina y salicilatos
La Aspirina puede favorecer el sangramiento en zonas con alta afluencia
de vasos sanguíneos capilares como en sistema gastro intestinal
si hay
úlceras, la base de las
amígdalas después de su
extracción quirúrgica,
el zócalo de los dientes después de una extracción
dental. Una simple
dosis de 650 mg puede duplicar el tiempo de sangramiento. El uso de
este fármaco se debe suspender al menos 48 horas antes de una
intervención quirúrgica. La Aspirina está
contraindicada en personas
con hipoprotrombinemia (deficiencia de protrombina el factor de
coagulación de la sangre); deficiencia de vitamina K; hemofilia
(enfermedad de nacimiento que produce deficiencias en la
coagulación
sanguínea). De hecho cualquier persona que tenga historia de
desórdenes
de sangramiento no debe usar la aspirina, en estos casos el
acetaminofeno es una buena alternativa.
Otro caso donde la aspirina está contraindicada es en menores de
15
años de edad con alguna enfermedad viral, debido al riesgo de
padecer
una severa y aguda enfermedad, potencialmente fatal, conocida como
Síndrome de Reye. Enfermedades como la varicela o la influenza
(gripe)
junto al uso de la aspirina puede desencadenar el
síndrome. Como la diferenciación visual entre una
influenza y un
catarro común
puede llevar a confusiones, es mejor precaver y
nunca dar
aspirina a un menor de 15 años que padece fiebre.
La Aspirina se deben excluir del
tratamiento si se tiene gota.
Aunque no es una contraindicación directa, se debe evitar la
ingestión
de Aspirina durante el embarazo, especialmente en el
último trimestre, y durante la lactancia. Debe preferirse el uso
de
acetaminofeno.
Acetaminofeno
La única contraindicación del acetaminofeno es la
hipersensibilidad (sensibilidad exagerada) al medicamento. Una
precaución que hay que tener con el acetaminofeno es que puede
ser
tóxico para
el hígado cuando se usa en dosis superiores a 4 g por día
o por largo
tiempo. El riesgo es mayor en personas con alguna enfermedad del
hígado, en aquellas que consumen tres o más tragos de
alcohol al
día o
las que se alimentan mal.
AINEs (ibuprofeno, naproxeno y ketoprofeno)
Estos analgésicos están contraindicados en pacientes con
intolerancia a la Aspirina u otro NAIDs.
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